DISEÑO DE INTERIORES Y HOSPITALITY _ Escuela LaBasad 2021 . Barcelona
En la localidad de Pina, una antigua zona de la casa dedicada al resguardo de animales y caballerías se revive gracias al proyecto de AM_ Arquitectura & Interiorismo, que interpreta un nuevo escenario doméstico.
En el centro histórico de Pina, una localidad al sur de Zaragoza, una vivienda con un molino ahora alberga una casa que guarda la memoria del edificio y que en ese momento ofrece un entorno doméstico contemporáneo.
Dos fotografías de la escalera, que muestran la realidad desde dos perspectivas, las cuales no nos dan mucha más información, sí nos ayuda a situarnos de forma diferente ante la estructura de la misma. Por otro lado, la fotografía de la escalera nos invita a entrar, a subir, a pasar y conocer más allá.
A continuación, el texto nos ayuda a entender mucho más:
Con más de doscientos años, y re-construida por nosotros, AM , la casa ha conservado la mampostería de piedra caliza local en la medida de lo posible, dejando vistos gruesos muros de piedra y paredes encaladas, evocando la historia de la antigua vivienda familiar, mientras que en otros aspectos mira al presente y las necesidades de la familia con hijos que hoy la poseen.
El punto central desde el que se articula la organización de distribución es la gran escalera central que intercepta y distribuye la luz natural. Distribuida en cuatro niveles, la casa alberga la sala de estar en el primero (con cocina, comedor, sala de estar, jardín y terraza con piscina) y el área de dormir en el segundo. Hay dos lugares, en particular, que cuentan la doble alma de la casa: el entorno único con bodega y sala de estar, que con sus arcos paralelos a lo largo, de ladrillo y piedra, fue en su día el espacio dedicado al almacenamiento de víveres, como agua, aceite y vino, y el granero magistral, decididamente moderno, donde se ubica el gimnasio de la estancia, con un aseo y una zona dormitorio donde se guardan las camas antiguas, pinturas y fotografías de la antigua estancia. Donde se mezcla lo rústico y lo campestre con la estética minimalista y sobria dominada por la funcionalidad y la sencillez.
Es como si dentro de la casa hubiera dos tiempos y también dos historias, la del pasado y la del presente, que el proyecto interpreta con fluidez. La transición de una a otra también está mediada por muebles que alternan antigüedades con otras de líneas modernas. Elemento característico es la escalera de peldaños de piedra y obra encalada, de influencia mediterránea, que conecta los dos niveles y que, en la planta superior, desemboca en una pasarela suspendida sobre la doble altura.
En esta fotografía, la escalera desnuda y sencilla, nos conduce a toda la estancia, al tiempo que nos conduce de una época a otra, y eso es lo fascinante de esta fotografía, que busca representar la sencilla realidad, y nos cautiva con su belleza y esencia natural, sin color, únicamente las sombras de los escalones nos definen el volumen, como nos indicaba Carlos Labrada en la fotografía de Catalá Roca, del Edificio de la Barceloneta de José Antonio Coderch.